lunes, enero 11, 2010

CHAMPIGNONS.... cómo reconocer su frescura?

Ayer, mientras escribía la receta de la lasagna vegetariana, me olvidé de comentarles algo muy importante.
Cuando uno va al mercado y quiere comprar champignones, es fundamental que sean frescos.
Cómo los reconocemos?
Muy fácil: deben estar cerrados en la base, presentando una superficie blanca unida.









En esta foto... miren... son champignones nuevos, frescos, porque la base del sombrero está bien pegadita al tallo.



En cambio si esa base está "despegada", mostrando en consecuencia los filamentos marrones que sostienen el sombrero, estaremos en presencia de champignones viejos. Más despegado está el sombrero, peor será la calidad y frescura del producto.






Otro consejo: no comprar nunca los champignones ya fileteados que se venden en bandejitas muy mononas y cerradas con film de polietileno.
Primero, porque no fueron ni limpiados adecuadamente ni pelados (como explico en mi receta de lasagna), con lo cual estaremos incluyendo en nuestros platos esa arenita horrible de masticar (la turba desagradable en la que crecen no es comestible). Obvio, nunca se lavaron porque si lo hicieran el producto perecería (RIP) a las dos horas de envasado!
Segundo, serán más viejos que si los compramos enteros, ya que los buenos, lindos, bonitos y frescos se venderán enteros.
Y tercero, por más que los de arriba parezcan hermosos, abajo nos encontraremos con abundante cantidad de recortes que no tienen nada que ver con lo que hemos visto en la superficie.

La misma regla puede aplicarse a los portobellos:


Portobellos frescos, con sombrero cerrado

Para algunas otras variedades la regla no cuajará ya que será imposible, por ejemplo, aplicarla a los hongos ostra o gírgolas (pleurottes en francés).














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