domingo, marzo 15, 2009

Los pequeños detalles a la hora de armar una mesa ....

Poner platos, cubiertos y manteles es una tarea divertida.

Bueno, por lo menos para mi lo es. Sobre todo jugar con la combinación de vajilla, mantelería, cubiertos y demás cosas que hacen al estilo de la dueña de casa.
Consejo para comenzar: nada mejor que contar con mucha vajilla. De todo tipo. De todo estilo y color.

Mantelería? blanca, bordada, de color.... todo va en gustos. Depende del tipo de mesa que queramos armar.

Platos? pues acá tenemos también una gama infinita de posibilidades.

Estos platos que elegí para estas fotos son los típicos provenzales. Son grandes y coloridos. Cualquier comida puede servirse en ellos y resultan confortables, cómodos y agradables a la vista. No tengo 6 iguales porque no los hay. Son todos distintos y me atrevo a decir que eso hace que las mesas sean divertidas.

Cubiertos: debo confesar que heredé de mi abuela los típicos cuchillos ingleses que ven en la foto. Se los regaló su madre Juana para su boda en A Estrada, Galicia, en el año 1929!!
Mi madre no los quería porque decían que eran muy viejos, antiguos. Ella prefería su juego de Plata&Lappas. A mí me encantaron siempre y para completar el juego compré en uno de mis paseos por Londres los tenedores, ya que con los años mi abuela había perdido algunos y otros se habían roto.

El mantel lo compré en un mercado en Chinchón, un pueblo medieval cercano a Madrid. Llegamos un día con mi familia y en medio de la plaza había unas mujeres vendiendo todo tipo de manteles bordados y otras cositas más. Obviamente, también compré el anís seco de Chinchón para hacer unas pastitas árabes típicas. La receta? estará en otro post.

Como plato de sitio, compré unos muy económicos en color hueso que hacen un juego perfecto.
Otro consejo importante: nunca tiremos nada.... guardemos la tetera de la abuela del juego ese que quedó arrumbado en un rincón del vajillero y al que le faltan 3 platitos y 2 tazas; la cafetera de vidrio más viejo que la tía abuela de la vecina y que nos regalaron para jugar cuando éramos chicas, el juego de manteles bordados de la tatarabuela... esas cosas son las que nos salvarán cuando tengamos que recibir gente en casa.

Vean estas fotos de cositas divertidas que he recibido y adquirido a lo largo de mi vida para hacer que la mesa se luzca un poco más:


Estos simpáticos patitos apoya-cubiertos los conseguí en una tienda de cosas para el hogar, a un precio irrisorio!!


Quedan preciosos en la mesa y evitan el típico "no saber qué hacer con los cuchillos cuando nos cambian el plato".





Me gustan mucho los vasos para agua en vez de las copas. Hay de todo estilo y tamaño. En la foto muestro uno realmente sencillo, de buen "grip" (ni muy grande ni muy chico, fácil de sostener) y que pueden utilizar tanto niños como adultos.

Es más, combinan con cualquier vajilla y se lucen al lado de cualquier copa -obviamente, no los vamos a ubicar al lado de las copas de Baccarat!!! pero para combinar con copas sencillas, lisas, de las que hay en cualquier casa, estarán perfectos.
Estos los compré en Ikea, sí señoras y señores! Son muy baratos y si se rompen los podremos reponer sin problemas.




Saleros y pimenteros, quién no tiene un par de ellos??

Pues estos que muestro a continuación los compré en un lugar estilo "aquí tengo de todo un poco" en Pedraza, ciudad medieval amurallada cercana a Madrid. Me enamoré de ellos apenas los ví; son de algo así como "nácar" (el verdadero cuesta fortunas) y son tan simpáticos y pequeñitos que no pude evitar traerlos conmigo a mi mesa.



Hasta la próxima mesa!!!








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