Ultimamente han proliferado en el mercado gastronómico los moldes de silicona. No hay nada más útil, versátil, sencillo de usar, práctico y fácil de lavar que estos moldes.
Los hay de todos los tamaños y formatos: redondos, rectangulares, para budín, con forma de flor, de corona, de osito, de Mickey Mouse, de ... lo que se les ocurra!
Además vienen también preparados para piezas individuales: esferas, barquitos, medallones, conos, pirámides; obvio, en este caso también los hay de tamaño pequeñísimo -para petits-fours- y de diámetros diversos.
Estoy totalmente "enamorada" de los moldes de silicona. Se lavan en lavavajilla; se pueden usar para congelar; resisten hasta casi 300º de temperatura en horno... qué más se le puede pedir a un molde??
Hago desde cakes hasta budines de calabaza; pasteles de brócoli y empanada gallega; bizcochos altos para rellenar y piononos. En síntesis: hago lo que se me ocurra en ellos!!
Una condición especial para los moldes de silicona: siempre que vayamos a hornear algo en ellos, deberemos apoyarlos sobre las famosas chapas (placas) pasteleras. No es práctico colocarlos sobre la rejilla del horno en directo; es necesario usar estas placas como base para que el molde no se "arquee" mientras lo llevamos al horno.
Candy Corn Caramel Flan #HalloweenTreatsWeek
Hace 5 semanas
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